El gran purgatorio recuperador de egos, así defino el espacio que han creado las redes sociales para aquellos que consideran que el mundo requiere de una pataleta cibernética social carente de músculo.
So pena de presentarme como un carcamal sin comprensión por el entorno 2.0, tristemente considero que el exceso del uso de las herramientas online merma el potencial que todos juntos poseemos como colectivo solidario.
El exceso de uso de herramientas online merma nuestro potencial como colectivo solidario Clic para tuitear
Y es que leo a diario centenares de comentarios y publicaciones maquillados de acción social y construidos desde casita. Y los leo comprobando que, mayoritariamente, son el principio y el fin de la propia»acción» de sus autores.
Un Mátrix paralelo que expía culpas y sirve de confesionario personal. «Estoy muy comprometido, escribo cada día». Y «así ya duermo tranquilo», por supuesto.
Soy de los que se entusiasma con lo que lee, y de los que entienden que las redes sólo deben anunciar….porque tienen la incapacidad de actuar por sí mismas. Por ello, cuando termino de digerir reflexiones y estériles re-publicaciones, salgo a la calle, con mis piernecitas huérfanas de sofá, a buscar aquellos lugares reales donde poder ejercer el activismo 1.0.
Y es entonces cuando uno, tirando de aquellos editores de facebook que tiene cerca, se siente completamente solo.
No actuamos. Y escribimos mucho sobre nuestra no actuación. De hecho, hoy, casi todos somos políticos remediadores del planeta. Pero sudor y agujetas faltan en la vida del activista 2.0.
Hay que escribir, por supuesto. Hay que usar las herramientas a nuestro alcance para difundir, faltaría más. Pero hay que transpirar antes también. Por eso me siento con el derecho de pronunciarme en esta maravillosa página. Porque soy un tipo normal padre de familia que prefiere «hacer» antes que verborrear sobre las injusticias que nos azotan.
Es fácil, os digo que es fácil, muy fácil. Todos podéis hacerlo. Seguro.
«Educación» por poner un ejemplo. Esos miles de estudiantes sujetos a un sistema cambiante, inestable, impredecible en sus objetivos…todos ellos futura e injusta carnaza de un mecanismo selectivo ideado a base de reválidas que revientan la deseada evaluación continua por competencias. Tímidos atisbos de protesta y poco más. El «Hombre del Saco» amenaza con descuartizar el sistema educativo y el alumnado permanece petrificado cazando Pokemons. Los derechos se adquieren solicitándolos primero y exigiéndolos después. En el Instituto, en la Universidad, en la calle y…luego…en las redes mostrando las fotos del gentío levantado en el mundo 1.0
No rechazo la evidencia del beneficio de la red, reclamo solamente el uso de tal red como «arma» estudiada de refuerzo de todo aquello que nuestros poros segregan cuando trabajamos duro en nuestro entorno social.
Investigad en el tejido de entidades de vuestro municipio, aprovechad el voluntariado, elegid iniciativas que incluso puedan desarrollarse a distancia, inventad foros serios y creativos, escribid pero sobre lo vivido y lo sentido por vuestro yo 1.0
Me estreno en esta página con esta visceral confesión que es a la vez promesa de futuro. Desde la tripa quiero contar cosas, aquellas que suceden en un mundo real empapado muchas veces de lágrimas y punzadas en el pecho.
La sociedad crítica sufre anemia activista. Nos rediseñamos y engañamos en las redes cuando sólo deberíamos entrar en ellas para mostrar quiénes somos y qué aportamos al mundo.
Iniciativas como el marco en el que ahora escribo, serias y globales, requieren sudor, soledad, ambición y mucho amor.
Pido disculpas por esta regañina estival que muchos considerarán injusta (ojalá sea injusta para todos y me callen en un «plis-plas»). Pero antes de narrar otras vivencias y otras propuestas, he creido oportuno sentar las bases de lo que significa «actuar» desde la surrealista realidad de un vecino-ciudadano cualquiera.
Por ello, abriendo la ventana que moralmente estoy obligando a abrir (y, tal vez, aportando contenido pragmático a este artículo por fin), os invito a un paseo por el mundo de RADIO XXII, una iniciativa preciosa de radio social online que casa el mundo 1.0 al teatro editado del 2.0
Al igual que este caramelo de página en la que hoy pego una a una mis palabras, RADIO XXII os permitirá actuar antes que contar. Porque todas las iniciativas valen y todas se complementan. El trabajo en red es esencial para «dar voz».
Hace calor pero cálzate bien y sal a observar. Busca en lo local y agarra lo pequeño para hacerlo muy grande.
El sofá te abraza mortalmente, amigo comprometido….y las redes aberran lo que queda de ti.
Sal y cuéntame.

El autor del artículo es Ramón Balañá Urpí (1972). Por inquieto cursa y no termina Educación Especial y Filología Hispánica en la UB de Barcelona. La misma inquitud le lleva a titularse como Formador Ocupacional, Formador de Formadores y auditor de sistemas de gestión especializado en Educación. En paralelo a su actividad laboral como Responsable de Calidad, realiza de forma continuada acciones de voluntariado en Sant Boi de Llobregat e impulsa en el municipio el gran proyecto social Radio XXII.
Una explicación de lo que es Radio XXII
Sus enlaces a redes sociales: