Pasa en todos sitios, y en España también. Hay un factor que se rechaza internamente en los partidos políticos. Un factor que se encuentra en la naturaleza y por ello también en las personas; de hecho, quizás sea lo más importante que tenemos las personas, y… ¡eso es rechazado! ¿Qué de qué hablo? Hablo de aprovechar la diversidad.

Por suerte para nuestra especie, y para toda forma de vida, cada uno de nosotros somos diferente al otro, ¡somos únicos! Sin embargo, en la vida interna de los partidos no se aprovecha esa ventaja “competitiva” que da el tener personas muy diferentes dentro de las organizaciones; personas con formas de pensar y actuar diversas. No aprovechar estas diferencias es tirar a la papelera el capital humano que forma cada partido. Es coger la inteligencia colectiva tirarla por el retrete y tirar de la cadena.
Por suerte para nuestra especie, cada persona es única Clic para tuitear
En la diversidad interna de los partidos es donde está su mayor oportunidad. Bueno, esa es mi opinión.
Hace cinco años me despertó e ilusionó un proyecto político realmente nuevo, EQUO. Y me impliqué a trabajar en el de forma voluntaria, cosa que sigo haciendo. Pues bien, lo primero que descubrí fue que yo no era un “bicho raro” que no encontraba su ideología, mi problema estaba en que no sabía que existía una cosa llamada ecología política; ahora sí.
Lo segundo que aprendí es que la variedad de personas que empezamos a conocernos en ese nuevo ecosistema era de lo más variada pero empezamos a trabajar juntos. Ahí fue cuando aprendí que sumando las diferencias los resultados eran buenos, aprendí que la diversidad aportaba mucho y enriquecía el nacimiento de una nueva forma de hacer política.
Sumando las diferencias, los resultados son buenos Clic para tuitear
Y desde entonces, hasta hoy. Aprendí lo que ya comentaba el otro día de forma previa la III Asamblea Federal de EQUO: “En la diversidad de opciones que tenemos para elegir está la riqueza de un partido de gente que tiene por bandera la cooperación política.”
Pero llegando a nuestros días hay ejemplos que son demoledores. Por ejemplo, ¿Que qué le pasa al PSOE? ¿Qué se han peleado ahora? ¡No! Les pasa que llevan años y años, al menos desde que se marchó de la Secretaría General Felipe González, sin aceptar la diversidad interna de su gente, sin atreverse a ser realmente democráticos, sin dejar el liderazgo a quien más apoyan las bases. Y no me refiero al caso de Pedro Sánchez, que ya cuando Borrell…

Y de ahora mismo tenemos otro ejemplo, este más externo a los partidos aunque no al sistema. En los Estados Unidos la diversidad en la política no existe, y se creen los paladines ejemplarizantes de la democracia y la libertad. En ese país es como votar entre PP y Ciudadanos, entiéndase entre Republicanos y Demócratas. Y luego están las personas candidatas a presidir el estado: Hillary Clinton y Donald Trump, la primera de una familia y trayectoria política eterna ¿no hay nadie más que sepa o pueda gobernar? Y del segundo…, del segundo mejor ni hablamos, es la negación de la diversidad, peor aún, es el “azote” de la diversidad y del respeto a la gente.
Por último, fijaros si la diversidad tiene capacidad de enriquecer una organización que son muchas empresas empresas las que en sus procesos de selección para crear grupos de trabajo tienen implantados estrategias para elegir personas con perfiles muy diferentes. Y las empresas no son tontas, lo hacen para ganar dinero.
En fin, piénsalo, la naturaleza es sabia y mantiene viva una diversidad que hace que todo sea original e irrepetible en el mundo. Pues los partidos políticos no saben lo que se pierden por rechazar y aniquilar esa diversidad que da la vida.
Los partidos políticos no saben lo que se pierden rechazando esa diversidad Clic para tuitear
Y cuando se da un proceso de decisión interna, sea para elegir líderes o para elegir ideas, has de saber que nunca va a salir al cien por cien lo que a ti te gusta, pero recuerda que eso es porque la organización es diversa y eso enriquece.
Nunca sale 100 % lo que a ti te gusta, pero recuerda que eso enriquece. Clic para tuitear

El autor del artículo es Abraham Velázquez, trabajador por cuenta ajena de una empresa de comunicaciones y miembro de la mesa de EQUO Sevilla.
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